El estado de confort
Qué cómodos nos encontramos cuando todo lo que nos rodea lo conocemos, sabemos cómo nos van a contestar en la panadería de la esquina cuando le pidamos una barra de pan, sabremos llamar las cosas por su nombre, y además nos van a entender perfectamente, ya que hablamos el mismo idioma y tenemos las mismas costumbres. Ah, y además controlamos las monedas que vamos a darles, y sabemos lo que nos van a devolver en el cambio.
También nos encontramos cómodos cuando conocemos una zona o ciudad, sabemos lo que podemos encontrarnos en una zona u otra. O en el trabajo, después de trabajar en la misma empresa varios años, ya tenemos automatizado el camino a la oficina, las escaleras, la puerta, y la clave del ordenador, las 8 horas que trabajamos y hasta la despedida, todo lo tenemos controlado.
Pero, ¿qué ocurre cuando cambiamos de casa, de trabajo o incluso de ciudad? Nuevos retos nos atrapan, es como un acertijo que poco a poco iremos descifrando hasta conseguir, un nuevo estado de confort. Después de todo, volvemos a controlar la situación.
Normalmente, las personas que más rápido se adaptan a las situaciones, son las que mejor sobreviven, tiene mucho que ver con la selección natural de Darwin. No sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta a los cambios. Y es que hoy en día, ¿será por cambios?
Me atrevo a apostar cuantos cambios habréis tenido que hacer en los últimos 5 años, de casa, de trabajo, de estatus social, de estado civil, de país, ¿una media de 10 por persona? Por lo menos, y si no párate a pensar, y regocíjate de las veces que has superado esos cambios con éxito.
Y es que has pasado de un estado de confort, a un disconfort constructivo que siempre te hace crecer, y es que la frase de: “Los cambios siempre son para bien”, sencillamente me encanta!
Cambiar renueva, da vida, alegra, despierta la curiosidad, el miedo, es decir, te hace sentir vivo.
Cambiar en ocasiones tiene una contraprestación, especialmente para las personas que necesitan una estabilidad, y es la inseguridad; el miedo a lo desconocido nos invade hasta tal punto, que en ocasiones no tomamos decisiones por miedo a enfrentarnos a algo totalmente desconocido. Grave error, porque a veces es más lo que nos perdemos, que el impacto que este cambio iba a producir en nuestras vidas.
Mi reflexión: cambia, de lo que sea, pero cambia cosas que te hacen sentir estancad@ o prisioner@ de tu propia vida, puede ser desde un corte de pelo a un cambio de país. El miedo nos colapsa, y no nos deja ser todo lo que podríamos ser. Sé quien tú quieras ser, di lo que piensas y …¡libérate!
Genial post una vez más. Me ha gustado mucho. Ah, i el video genial!!! Un abrazo
Muchas gracias Sergi!!! Me alegro que te haya gustado, creo que he descubierto un nuevo hobbie, ahora no puedo parar de escribir jeje Cuánto hemos hablado del estado de confort y demás en los almuerzos, de eso y de la “buena suerte” y de tantas otras cosas interesantes. Seguiré escribiendo, un abrazo!
[…] dado una visión global del mundo y me hace ser mucho más tolerante y feliz, pero no hay nada como volver a casa y abrazar a las personas que […]
[…] personal, deciros que no puedo alegrarme más de haber tomado la decisión que tomé de salir de mi estado de confort y dar la bienvenida a un mundo global, y es que solo vivimos una vez, ¿acaso tendremos una segunda […]
Hola, Elisa
Llegué por el círculo de Vivir al Máximo y entré a la primera entrada con la que me sentí identificado y de verdad me gustó.
Hace un año salí de un trabajo que de haber seguido ahí, iba a terminar odiando. Creía que me estaba quedando estancado, y lo que hice fue, en contravía de lo que me dictaba la sociedad, no buscar un trabajo en el que me pagaran más o igual para terminarlo odiando, sino que me di la oportunidad de hacer algo que por menos dinero pudiera llegar a ser divertido. No fue fácil salir de mi zona de confort, pero fue un gran año en el que conseguí grandes logros. Si todos saliéramos de este estado, creo que seríamos más felices 😀
Te mando un saludo!
Hola Daniel, muchas gracias por tu comentario y bienvenido a “Hoy se han alineado los planetas”! Enhorabuena por haber salido de tu estado de confort, no es nada fácil la verdad, pero vale totalmente la pena. Y lo que comentas de dejar el trabajo y no buscar otro de lo mismo me ha parecido muy interesante y tomo nota, desde luego que si no hacemos cosas diferentes los resultados no serán distintos. Me he dado una vuelta por tu blog y me ha gustado mucho, prometo estudiarlo detenidamente. Yo me pregunto si algún día dejaré de contar los días que faltan para que sea viernes, ese día querrá decir que hago lo que me gusta.
De momento, hoy es miércoles jeje
Feliz semana!
[…] hacer un “reset” en tu vida? Sal de tu estado de confort, cambia de ciudad, ve a un pueblo de 3 habitantes a vivir, […]
[…] de tu zona de confort y aprender a diario cosas […]
[…] Londres ha dado para más que 5 años en Valencia, y es que no puedo estar más contenta de haber salido de mi zona de confort, de haber elegido Londres como ciudad y de seguir viviendo en el extranjero donde sé que van a ser […]
[…] vida y aprendes nuevas culturas, pero sabes que tarde o temprano vas a volver a tu casa a tu “estado de confort“. Otro día me gustaría hablaros más profundamente del “estado de confort” que […]
[…] con internet, cambios de direcciones, nueva búsqueda de empleo, etc. Lo que se llama, salir de tu zona de confort (otra vez). Pero, ¿y todo lo que he aprendido por el camino? He adquirido un conocimiento en todo […]
[…] es que pueden pasarte cosas en tu zona de confort por muy controlada que la tengas, ¿o tu eres de las que no sale a la calle por miedo de que le […]